El director tenia casualmente una ciática y no podía moverse y en su lugar envío a Tomás a aquel hospital local.En la ciudad había 5 hoteles, pero Tomás fue a parar casualmente justo a aquel en el que trabajaba Teresa, casualmente le sobró un poco de tiempo para ir al restaurante antes de la salida de su tren. Teresa casualmente estaba de servicio y casualmente atendió la mesa de Tomás.
Hizo falta que se produjeran 6 casualidades para empujar a Tomás hacia Teresa, como si el mismo Tomás no tuviera ganas de nada. Cuando Tomás regresó a su ciudad, le invadió una sensación de malestar al pensar que su encuentro con Teresa había sido producido por 6 casualidades improbables. ¿Qué probabilidad había de que ocurrieran todas ellas, seguidas, y precisamente a él?
Muy pocas, demasiado pocas.
Pero aún asi,ocurrieron.
No es la necesidad, sino la casualidad, la que está llena de encantos.
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