Es una lástima que días maravillosos se vean empañados por los actos de unas determinadas personas. Es más común de lo que se piensa,de hecho. Ni nos damos cuenta y el mal rollo se va acumulando poco a poco... hasta que se desborda y zas! Se acabó el buen día.
Es una verdadera pena.
Pero bueno, se acerca el verano, época de relax. Y no debemos permitir que la gente nos afecte de esta manera. Deberíamos ser capaces de ser felices independientemente de los demás... pero solo es eso, un 'deberíamos'.